A pesar de que oficialmente el verano todavía no ha empezado, llevamos semanas “disfrutando” de calorcito y altas temperaturas en prácticamente toda España. Sí…el verano ya está aquí y a las mamis y papis porteadoras/es nos asalta la misma duda: ¿podré seguir porteando a mi bebé-niño/a con este calor?
Si estás esperando que tu bebé nazca en estas fechas y quieres portear, seguro que tendrás todavía más recelo. Más de uno/a nos habéis preguntado si es posible disfrutar del porteo en verano o si por el contrario debéis renunciar a llevar cerquita a tu peque hasta que llegue el otoño.
La respuesta es SÍ! ES POSIBLE! Lo único que necesitas es conocer los portabebés más adecuados para esta época del año, aquellos específicamente pensados para el verano, la mejor manera de utilizar los que ya tienes y, por supuesto, algunos consejos y recomendaciones básicas para que el calor no sea un inconveniente. En el post de hoy hablaremos de las recomendaciones.
Evita las horas de más calor
Hay que tener en cuenta que el calor va a estar ahí…es inevitable! Las altas temperaturas condicionan cualquier actividad que hagamos (ya sea en movimiento o en reposo). Así que, al igual que en nuestro día a día evitamos las horas centrales del día (que es cuando más aprieta el calor) para salir de casa o exponernos al sol, porteando debemos hacer lo mismo. De buena mañana y hasta las 10:00-11:00 o cuando cae la tarde, ahora que alarga tanto el día, son horas estupendas para dar paseos o hacer los recados del día a día.
Los tejidos naturales: el mejor aliado
Sentir la piel de tu bebé directamente sobre la tuya es una sensación muy agradable y beneficiosa, para los dos. Les da confianza, les transmite amor y seguridad, fortalece y potencia el vínculo, el apego…Esto que suena tan idílico (y lo es, en condiciones adecuadas) se puede convertir en un verdadero agobio cuando hace calor. Y en realidad no es tanto por el calor en sí, sino por el sudor.
A pesar de que la temperatura de ambos cuerpos se autorregula y no supera los 37 grados, el sudor que se desprende por la temperatura ambiente resulta desagradable, incómodo, pegajoso y puede convertirse en un auténtico inconveniente para disfrutar de esa cercanía tan beneficiosa para nuestros bebés-niños/as. Utilizar una capa de tejido de fibras naturales es lo recomendable. El algodón y el lino suele ser lo más utilizado. Las fibras sintéticas se obtienen a partir de sustancias químicas que se producen de materiales como el petróleo…no suena muy bien, verdad? Evita por tanto todo lo sintético, como el poliéster o el acrílico, que no transpiran ni absorben la humedad.
En realidad esta es una recomendación que debería extenderse al día a día, a todos los tejidos que utilicemos con nuestros/as hijos/as y nosotros/as mismos/as, para una buena salud corporal. A todos, o la mayoría, nos ha pasado. Con la llegada de nuestro bebé nos planteamos tener mejores hábitos alimentarios para dar ejemplo, utilizar productos cosméticos y de higiene personal lo más naturales posible, evitar el uso de productos que contengan sustancias nocivas (ambientadores, anti mosquitos, productos de limpieza del hogar, etc). Nos convertimos en pequeños expertos en este tipo de temas.
Respecto a la ropa, desgraciadamente, todavía mucha gente desconoce los riesgos que supone la utilización continuada de fibras sintéticas (irritaciones, alergias cutáneas, dermatitis y otras reacciones) y, muchas veces el mercado marca las tendencias dejando a un lado lo verdaderamente importante como es la comodidad, el bienestar y la salud general. Siguiendo esta línea, otra cuestión sería el tintado de los tejidos con sustancias contaminantes tanto para nuestro cuerpo como para el medio ambiente, a pesar de ser fibras naturales…La verdad es que es un tema interesante y te animo a investigar sobre ello y tomar conciencia de su importancia. Pero no quiero desviarme de lo que nos ocupa. Solamente recomendarte que revises la composición de la ropa/textil que compres o tengas en casa, para todos los miembros de la familia. Sigamos con el porteo.
Ropa ligera
Tanto en invierno como en verano debemos tener en cuenta que los portabebés suponen, inevitablemente, una capa extra de tejido. En muchas ocasiones tendemos a abrigar demasiado a nuestros pequeños….por si acaso. Preferimos pecar de pasarnos a quedarnos cortos. En invierno no es raro ver a niños/as porteados abrigados con “plumas”, que apenas pueden articular movimiento dentro de los portabebés. Lo ideal es no abrigarles tanto y utilizar un cobertor o un abrigo de porteo. En verano, debemos ser conscientes de que el calor es igual para todos, seas niño/a o adulto/a. Por tanto, elegiremos ropa liviana y adecuada a la temperatura ambiente. Un pantaloncito fino largo o pirata puede ser una muy buena opción para evitar rozaduras y marcas en las corvas y muslos de los bebés y niños/as.
¿Algo más?
Por supuesto, mucha hidratación. Utilizar gorritos y crema de protección solar adecuada. Ya sabemos que la piel de los bebés y niños/as es especialmente sensible y no se deben utilizar cremas solares con filtro químico, sino físico/mineral.
Pero sobretodo recuerda que los bebés-niños/as necesitan nuestros brazos, y esta necesidad no entiende de estaciones del año. No tienes que evitar la cercanía con ellos por miedo a sudar o a que pasen más calor. Y es que… en los carritos también sudan, y mucho. Y la mayoría de veces no nos damos cuenta hasta que reclaman nuestros brazos y al levantarles vemos que tienen la espalda empapada en sudor.
Siguiendo estas recomendaciones y utilizando los portabebés adecuados SÍ, SE PUEDE DISFRUTAR DEL PORTEO EN VERANO!
¿Algún otro truco personal que a ti te funcione? Te animo a compartirlo 😉
FELIZ PORTEO…también en verano!